La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de lesiones escamosas y enrojecimiento. Afecta aproximadamente a un 2-3% de la población mundial.
La causa exacta de la psoriasis aún no se conoce, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Se ha descubierto que ciertos cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de desarrollar psoriasis. Además, factores ambientales, como el estrés, las infecciones, las lesiones en la piel y el consumo de alcohol, pueden desencadenar un brote de psoriasis.
Existen varios tipos de psoriasis, pero el más común es la psoriasis en placas. Esta se caracteriza por lesiones escamosas y enrojecimiento en varias áreas del cuerpo, como la espalda, las rodillas y los codos. Otras formas de psoriasis incluyen psoriasis guttata, psoriasis invertida, psoriasis pustulosa y psoriasis eritrodérmica.
El tratamiento de la psoriasis depende del tipo y la gravedad de la enfermedad. El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, aliviar los síntomas y mejorar la apariencia de la piel. Algunos de los tratamientos más comunes son los siguientes:
-Terapia tópica: se aplican cremas, lociones y ungüentos en la piel afectada. Estos medicamentos pueden incluir corticosteroides, vitamina D3, retinoides tópicos y calcipotriol.
-Terapia sistémica: se toman medicamentos por vía oral o se administran por vía intravenosa. Los medicamentos sistémicos pueden incluir metotrexato, ciclosporina, acitretina y apremilast.
-Terapia fotodinámica: se combina la exposición a luz con la aplicación de un medicamento fotosensibilizante. Este tratamiento puede ser eficaz en casos de psoriasis moderada a grave.
-Terapia biológica: se administran medicamentos que se dirigen a ciertas proteínas del sistema inmunológico. Los medicamentos biológicos más comunes son la etanercept, adalimumab, infliximab y ustekinumab.
Además de los tratamientos médicos, hay medidas que puede tomar para controlar los síntomas de psoriasis y mejorar su calidad de vida.
Algunas de las medidas que pueden ayudar a controlar los síntomas de psoriasis incluyen:
-Mantener una buena higiene: mantener la piel limpia y hidratada ayuda a reducir la inflamación y prevenir las infecciones.
-Evitar los desencadenantes: evitar factores ambientales que pueden desencadenar un brote de psoriasis, como el estrés, las lesiones en la piel y el alcohol.
-Cuidado de la piel: utilizar productos de cuidado de la piel suaves y libres de perfume, y evitar baños muy calientes y duchas prolongadas.
-Ejercicio regular: el ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud en general.
-Dieta equilibrada: se ha demostrado que una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras, cereales integrales y pescado puede ayudar a reducir los síntomas de psoriasis.
Es importante destacar que la psoriasis es una enfermedad crónica y no tiene cura. Sin embargo, con un enfoque integrado que incluya tratamientos médicos y medidas de estilo de vida, los pacientes pueden controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida. Es importante trabajar con un médico o un especialista en el tratamiento de la psoriasis para encontrar el mejor plan de tratamiento para cada paciente individualmente.
Referencias Bibliográficas:
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